Por temor al fin del mundo, en España venden bunkers a pedido

Ante la reactivación de las tormentas solares, las profecías mayas y las películas apocalípticas, el mercado del fin del mundo no hizo más que expandirse: en España venden bunkers antiradiación emplazados en las sierras de Madrid. Los costos ascienden hasta a los US$ 150 mil.

| 28/05/2010 | 15:05


CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) - Un grupo de astrónomos de la Universidad de Hawai ha descubierto que el tamaño del Sol se ha mantenido notablemente constante durante los últimos doce años, una estabilidad que ni siquiera han sido capaces de cambiar las últimas tormentas solares de gran virulencia. En concreto, durante ese tiempo, su diámetro, de alrededor de 1.400.000 kilómetros, se ha modificado en menos de una parte entre un millón.

"Esta constancia es incomprensible, dada la violencia de los cambios que vemos todos los días en la superficie del Sol y las fluctuaciones que se producen durante un ciclo solar de once años", ha explicado el astrónomo Jeff Kuhn, responsable de la investigación y director asociado del Instituto de Astronomía de la Universidad de Hawai (IFA).

Para conocer el diámetro del Sol, los científicos utilizaron las observaciones del satélite de la NASA SOHO y pronto repetirán el experimento con mucha más precisión con los datos que proporcione la nueva sonda de la agencia espacial norteamericana, el Solar Dynamics Observatory (SDO), que fue lanzada el pasado 11 de febrero para desentrañar los secretos de astro rey.

El trabajo de Kuhn forma parte de los esfuerzos de científicos de todo el mundo por entender la influencia del Sol sobre el clima de la Tierra. "No podremos predecir el clima hasta que entendamos estos cambios en el Sol", ha asegurado.

En las últimas semanas -en la última ocasión, en abril, con más fuerza y de forma totalmente inesperada-, el Sol ha dado muestras de que ha despertado de su letargo. Impresionantes tormentas solares como nunca se habían visto se han repetido provocando la inquietud entre los científicos, ya que las tormentas geomagnéticas pueden influir en sistemas globales del suministro energético o provocar cortes en el trabajo de satélites de navegación y emisiones de radio. Un gran peligro en un mundo absolutamente dependiente de la tecnología.

En este marco, el Grupo de Supervivencia de España 2012 (GSE) está construyendo bunkers en diferentes puntos del territorio para protegerse del fin del mundo que han profetizado los Mayas para esa fecha.

El GSE ya cuenta con 180 socios y varios proyectos en las sierras de Madrid, Granada y Aragón. Los bunkers, subterráneos o construidos como cuevas en las montañas, están envueltos en una capa de 60 centímetros de hormigón y cuentan con filtros de partículas radiactivas para evitar filtraciones de vertidos tóxicos o fugas radiactivas o bacteriológicas.

"No somos apocalípticos, pero sí queremos prevenir los riesgos. Un país como España, que tiene centrales nucleares o que es objetivo de al-Qaeda, no cuenta con un nivel de seguridad muy alto ante una gran catástrofe", asegura Jonatan Bosque, presidente de GSE.

Los refugios tienen generadores eléctricos que funcionan con diesel, sistemas de refrigeración y despensas para víveres, semillas y plantas.

"Adentro se puede estar hasta tres años respirando aire puro, pero todo depende de la capacidad de gestión de los ocupantes, de los alimentos. No te vas a encontrar unos yogures desnatados esperándote", señaló Bosque.

Y alertó: "La cuestión es que si estás ante una catástrofe, como la fuga de la planta nuclear de Chernobyl, no puedes salir hasta varios años,después".

El catálogo de bunkers incluye uno inspirado en el Metro de Londres en versión familiar (54 metros para 24 personas) y comunitario (600 metros para 150 personas). Asimismo los Ecohobbits, refugios de 12 metros (tres o cuatro personas) clavados en la montaña como si fueran las habitaciones de un barco que va a soportar una gran inundación.

"Los bunkers grandes pueden costar unos US$150.000 y los pequeños unos US$4.000. Entre US$1.800 y US$3.000 por persona se puede ser propietario de un bunker", explicó el responsable del grupo.

"Ahora bien", aclaró, "no es una casa. Su uso es para emergencias. Para acceder a los bunkers hay que pertenecer a la cooperativa, así evitamos especulaciones con los precios".

En ese sentido, el GSE 2012 proyecta recoger medio millón de firmas para que este tipo de refugios sean de acceso publico y los financie el Estado.

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